Por Manolo Herrera
Especial para NOTICIAS DEL ESTERO
30/05/20

Nací en un ambiente musical y cómo no abrazar la música. Recuerdo a los 12 años de edad, las primeras notas para acompañar a mi viejo de la chacarera “La yacu chiri”. Él había descubierto que el rasguido ya me salía naturalmente al aprender esas notas, creo que mientras más me acerqué a la guitarra, más me entusiasmé; siempre en los bailes que actuaba mi viejo lo seguía, no integraba su grupo, pero siempre lo seguía.

También recuerdo que compré un bongó y en los bailes tocaba eso solo con tal de estar junto a él; después ya con 15 años empecé a tocar la sacha, todo lo que hacía él quería hacer yo. Recuerdo que le dije yo quiero ser como vos y me contesto “No, vos siempre sé vos mismo”.
Con los años ya pasé a integrar el grupo de Las Sachaguitarra y nuestra vida después de la música era nuestro taller, no había días ni horarios.

Una vez le dijeron Elpidio hoy es domingo no se trabaja y él contestó: “los domingos también se come”. Mi viejo fue un personaje de esos que todos en un pueblo querían tener; compartimos muchas cosas mejor dicho la vivimos.

Cuando falleció no quería saber nada de seguir, me molestaba la gente que en pleno dolor me decía “tienes que seguir vos” o “sos el heredero”. Será porque siempre dije que esa palabra no me gustaba, suena como que te imponen lo que debes hacer y no lo haces porque te gusta. Todo lo que yo hacía, lo hacía por mi viejo hasta que me dijeron “ahora también debes seguir por él”… y aquí voy, siempre llevando su Sachaguitarra, sus canciones, en la cuales algunas compartimos inspiración.

La parte más difícil me tocó a mí, se lo dije a él unos años atrás, cuando se enfermó y todavía no podía viajar por actuaciones. Hoy la parte más difícil la tengo yo, no porque pesa llevar lo que dejó, el peso más grande que tengo es su ausencia; pero lo digo siempre, la parte más difícil me tocó a mí, no sé si lo voy a lograr, pero lo voy a intentar.

Solo tengo miedo que no haya un más allá u otra dimensión un día, cuando me toque partir me gustaría encontrarlo. No soy el heredero, llevo su legado, solo trato de continuar la obra del hombre que más que amarlo, le tengo una inmensa devoción.