Por el Gringo Ceballos
Especial para NOTICIAS DEL ESTERO
La historia vuelve a golpear las puertas de Central Córdoba. Le sangran los nudillos de tanto golpear y al Ferroviario no le quedará otra que dejarla entrar. Si en el 2019 se escribió la página más importante en la historia del club, con el ascenso en Junín y la final en Mendoza, este 2024 pinta para ser la portada del libro. Central está a un paso de la gloria y con muchos argumentos para alcanzarla.
San Nicolás ya es territorio Ferroviario. Juega ahí y gana. Todos los rivales después se van por la autopista hacia el sur con la cabeza gacha. Hacia el norte la marea negra y blanca regresa con el corazón explotado de alegría. Huracán fue la víctima ahora. Un equipo que pelea el campeonato, pero que también fue enmarañado por la Omaroneta en Copa Argentina. El equipo de De Felippe te aplica la eutanasia sin que se la pidas. Te lleva a una muerte lenta y por más que te niegues, el final siempre es el mismo.
Cuando arrancó el partido parecía que el Globo tenía helio. Jugaba bien arriba y estaba dispuesto a llevarse todo por delante. El zapatazo de De La Fuente fue impactante. El 1 a 0 tempranero deja groggy a cualquiera, pero no a Central, muchachos. El Ferroviario tiene mandíbula de hierro, si lo querés noquear hay que hacer mucho más. Este equipo se levanta y se levanta con fútbol. Sino miren el gol de Atencio. ¡Mamita, qué jugada colectiva! Godoy seguía imparable y el Ferro iba por más.
El otro día Florentín se realizó una resonancia magnética y le encontraron un imán en la cabeza. Cabecea todo lo que le tiran, la pelota está enamorada de sus parietales. Gran centro de Atencio y a cobrar. El 2 a 1 enloqueció a los de Kudelka, más aún con el ingreso de Wanchope. Se transformó en un equipo pendenciero, llorón (reclamaban todas las manchas), y sin nada de fútbol intentaron empatar de guapos. Pero de guapo a Central no le gana nadie. Con Abascia, Rak y Valdez atrás, inevitablemente “van a chocar en penca”.
Que lindo es estar en la final y sentarse a ver como se matan Boca y Velez por el otro lugar. Si Vélez es finalista y sale campeón de la Liga, Central Córdoba estará clasificado a la Libertadores del 2025. Lea de nuevo la última línea. Léala de vuelta. Sí, este equipo que parecía condenado a descender puede jugar con los mejores del continente la próxima temporada. Más allá de eso, esta Copa Argentina, que tantas satisfacciones le dio al pueblo ferroviario, merece estar en las vitrinas del Alfredo Terrera. A seguir soñando, pero con los ojos bien abiertos.