Por Rubén “Gringo” Ceballos
Especial para Noticias del Estero
Obligado a ganar para quedarse con el grupo, el seleccionado argentino tuvo su mejor rendimiento en la Copa del Mundo y derrotó sin objeciones a un apático equipo polaco por 2 a 0.
Se suponía que Polonia iba a apelar a un esquema conservador, a sabiendas que un empate los clasificaba, pero el equipo liderado por Lewandowsky solo se limitó a ser partenaire del concierto argentino. Jamás disputó la tenencia y en ese contexto Argentina jugó permanentemente en campo contrario, tuvo paciencia, movilidad, y rendimientos en alza como el de Di María. Con los laterales subidos asiduamente, el elenco de Scaloni intentaba distraer por adentro para sorprender por afuera, pero muchas jugadas no las terminó bien. Ante la imposibilidad de tirar centros por la estatura de la defensa polaca, se buscó algún pase fuerte por abajo para Messi o Julián, pero no apeló tanto a los remates de media distancia cuando era necesario ante una defensa tan hundida.
El penal fallado por Messi no afectó anímicamente al conjunto albiceleste, todo lo contrario, buscó con mas enjundia la apertura del marcador. El gol de Mac Allister, tras una asistencia de Molina, puso justicia en la noche de Doha.
Scaloni metió mano en el equipo con Paredes y Tagliafico adentro por Di María y Acuña que habían hecho un gran desgaste. El equipo tuvo aún mas la pelota ante una Polonia que jamás se rebeló en el partido. La asistencia de Fernandez para el golazo de Alvarez trajo la tranquilidad definitiva. Quedó tiempo para que el DT argentino vuelva a probar con 5 defensores y para que Lautaro Martínez deje evidenciado que está peleado con el gol.
Este triunfo y rendimiento demuestra que el equipo va de menor a mayor. Además es notable la mejoría física de jugadores que no arrancaron bien. El plantel se está haciendo mas largo y algunos se ganan su lugar en cancha. Si Scaloni traía en su cabeza cierto equipo, Fernandez, Mac Allister y Alvarez le movieron el tablero.
La llave se abrió un poco: Australia en octavos y Paises Bajos o Estados Unidos en cuartos no asustan a nadie. Pero hay que seguir así, partido a partido. Argentina ya ganó dos finales y se está acostumbrando a jugarlas.
