Por el Gringo Ceballos
Especial para NOTICIAS DEL ESTERO
Sufriendo en algunos tramos del partido y aguantando el último segmento con uno menos, Central Cordoba se trajo un punto valioso del bosque platense ante un Lobo que por momentos fue voraz y en otros domesticado. El 0 a 0 dejó diferentes sabores en uno y otro.
De Felippe apostó a la rotación de algunos players ante el desgaste que traían y que se hizo evidente ante San Lorenzo. Cinco cambios metió en La Plata; apareciendo Pillud, Rak, Trindade, Vega y Cabral desde el arranque. Un 5-4-1 que al principio hizo ilusionar (similar inicio que ante el Ciclón), pero mas temprano que tarde empezó a desdibujarse. Algunas fallas y ciertos descuidos atrás que no se venían teniendo, hicieron peligrar la valla de Ingolotti. El Ferroviario era mas prolijo en la tenencia pero Gimnasia era mas directo y peligroso; sin embargo, se fueron a descansar en 0.
En el complemento comenzó mejor el local, pero las variantes de Don Omar le dieron otro semblante al equipo. Hasta que llegó la roja a Vega -correctamente expulsado-. Ahí el partido se quebró, el conjunto de Mendez empujó, tenía piernas mas frescas y crearon algunas chances muy claras para anotar. La falta de puntería e Ingolotti fueron responsables que ello no sucediera. El elenco santiagueño intentó algunas contras pero no llegaron a buen puerto; mientras el Lobo se fue desvaneciendo con cada segundo que pasaba.
El empate sirve y mucho para un equipo que está sintiendo el rigor de los últimos juegos. Además se extraña demasiado a Godoy y a Angulo, que son los que le dan mayor verticalidad a las ofensivas. Se maneja bien la pelota hasta tres cuartos, pero en el último tercio no se logra esa profundidad que te pueden dar MG11 en el mano a mano o el colombiano atacando los espacios. Central perdió vuelo futbolístico porque no tiene sus alas.
Ante necesidades que nunca cesan, Central Cordoba tuvo su punto “bonus”. Esos puntos extras que siempre sirven y suelen darte cierto alivio. No obstante, el funcionamiento está a la baja y el domingo ante Estudiantes (último campeón, no olvidar) se tiene una linda vara para medirse, competir y encarrillarse nuevamente en las vías del fútbol que este equipo ya supo transitar.
