En el marco del Día del Día del Maestro y en conmemoración al 136° aniversario del fallecimiento de Domingo Faustino Sarmiento, la docente oriunda de la ciudad de Añatuya, Analía Mujica, fue reconocida por la Fundación Varkey por su dedicación a la educación especial, durante un acto desarrollado en la Biblioteca Nacional.
La ceremonia fue organizada desde el Ministerio de Capital Humano, a través de la Secretaría de Educación de la Nación, donde se rindió homenaje al prócer sanjuanino y a docentes de todo el país.

Los protagonistas fueron Martina Basgall, estudiante y finalista del @cheggdotorg Global Student Prize 2024; Domingo Suárez y Analía Mujica, docentes y directores reconocidos por la campaña de vía pública “Mes de la Educación” que impulsaron desde la Fundación. “Ellos nos recordaron que la educación es el cimiento y el docente un generador de oportunidades”, detallaron al respecto.
LA HISTORIA DE ANALÍA
A los 19 años, Analía Mujica se embarcó en un viaje que la llevaría mucho más allá de su pequeño pueblo natal. Su vocación por la educación especial, descubierta en la secundaria mientras ayudaba en un hogar para niños con discapacidad, la llevó a estudiar el profesorado en Educación Especial en la ciudad capital de Santiago del Estero, una oportunidad que le llegó gracias a una beca de la Fundación San Felipe.
Desde sus primeros días como maestra auxiliar en una escuela para niños con dificultades de aprendizaje, Analía mostró una dedicación inquebrantable y una pasión que la llevó a seguir formándose, obteniendo una licenciatura en Gestión Educativa y desempeñándose en diversas instituciones, incluyendo un centro terapéutico en Córdoba.
Desde la Fundación Varkey y numerosas organizaciones aliadas se llevó adelante la segunda campaña de vía pública que busca concientizar sobre la importancia de la tarea docente con historias reales.
De 350 personas, eligieron a 5 finalistas, una de ellos fue Analia Mujica. En diálogo con Radio Panorama, la docente contó su historia: “Soy de Añatuya, de nuestro querido Santiago del Estero. Para mí es un orgullo haber sido seleccionada y distinguida dentro de tantas historias, porque hay muchos grandes docentes con muchas grandes historias”.
“Es difícil poder acceder a una educación terciaria o universitaria y gracias al corazón bondadoso de una fundación me permitió seguir estudiando”, expresó la joven, egresada del Colegio Sagrada Familia, en el año 2005, institución dependiente del Obispado de Añatuya.
“Es poner el cuerpo y el corazón todos los días”, afirmó Analía, quien reconoce que su labor implica desafíos constantes. Entre ellos, la ardua tarea de buscar empleo para sus 144 estudiantes.
Sobre el final, Analía sostuvo la importancia de mantener viva la pasión por la educación: “Debemos renovar todo el tiempo el por qué estamos educando para que no se nos olvide”, cerró.