Por el Gringo Ceballos
Especial para NOTICIAS DEL ESTERO
Un equipo puede jugar bien, mal, o regular, pero los partidos se definen en las áreas. Ante Independiente Rivadavia, Central Córdoba no tuvo contundencia en ataque y terminó pagando caro los descuidos en su propia área y perdió un partido increíble. De esta manera el conjunto de Omar De Felippe ya no depende de sí mismo para clasificar a Octavos de Final y en la última fecha deberá esperar un milagro.
Puso lo mejor que tiene el DT ferroviario ante la Lepra mendocina. Tomó la iniciativa y a pesar de tener una circulación lenta se las ingenió para tener serias posibilidades ante Centurión -la figura del partido-. Angulo volvió a demostrar que la definición no es lo suyo y se perdió un par de chances clarísimas. En tanto, la visita solo atinaba a que se ilumine Villa. Central mereció mas en ese 1T pero se fue al descanso masticando bronca.
Como era de suponerse los cambios vinieron más temprano que tarde y cuando el Ferroviario estaba cayendo en una nebulosa llegó el penal que Verón pasó a cobrar. Quedaban 20 más el descuento y parecía que el elenco santiagueño conseguiría los 3 puntos para depender de sí mismo en la última fecha. Pero por algo el fútbol es la dinámica de lo impensado.
Berti tenía los goles en el banco, Villa se cargó el equipo al hombro y lo dieron vuelta en un abrir y cerrar de ojos. A Central le duelen mucho las pelotas cruzadas y no supo defender la ventaja que tanto le había costado conseguir. Ya sin Quagliatta, de buen partido, y sin Florentín ni Perelló, el Ferroviario cargó con los grandotes Funez y Cabral, pero no pudo doblegar a un enorme Centurión para torcer el 1-2. Los mendocinos festejaron la clasificación y la gente despidió con aplausos a un equipo santiagueño que se esforzó y mereció más, pero los partidos se ganan con goles. Los merecimientos no suman.
Es notorio el bajón del equipo en el campeonato local. El gran arranque en el torneo se fue desdibujando con el correr de las fechas. Es evidente que Central Córdoba no tiene plantel para afrontar dos frentes y los números no mienten. Deberá ganarle a Banfield en la última y esperar un par de resultados para entrar como el octavo pasajero. Parece difícil y además la cabeza está puesta en la clasificación a octavos de la Libertadores. No obstante, duele que se escabulle la posibilidad de seguir con vida en el torneo local; y en el balance general aparecen partidos en los cuales se perdieron puntos increíbles, como el de anoche. Ya es tarde para lamentos.