Por el Gringo Ceballos
Especial para NOTICIAS DEL ESTERO
Usted por TV habrá visto a Mbappé, a Vinicius Jr., y si vamos más atrás en el tiempo a George Weah, aquel liberiano que hacía estragos con la camiseta del Milan. Bueno ahora podrá decir que vio a Luis Miguel Angulo, la perla negra, a ese jugador cafetero que puso de rodillas al campeón continental Racing Club. ¡Qué partidazo, señores! Digno de un jugador con hambre de quedar en la historia del ferroviario.
Tras la pálida imagen dejada en cancha de Independiente a De Felippe le preguntaron qué equipo iba a poner ante Racing y no titubeó en responder que jugaría con suplentes. Y no mintió. Salvo Ingolotti, Rak (que aparece en las líneas de 5), y Valdez (que volvía de la suspensión), el resto eran jugadores que habitualmente vienen del banco o no jugaban hace bastante (caso Martínez y Marchi). Pero estos jugadores demostraron sus ganas de estar en la final y se deglutieron a Racing.
Ya desde el comienzo el Ferroviario gobernó el juego. Vázquez (cuanta claridad aporta) se adueñó del medio y empezó a distribuir el balón a gusto y placer, ante una Academia que era una sombra. El resto se contagió del toque y Central era muy superior en todas las facetas del juego. Cabral falló un penal y luego hizo un gol (estupenda jugada y asistencia de Angulo), después el colombiano fue un rayo y amplió la distancia. Si el 1T terminaba con 3 o 4 goles de diferencia nadie podía sorprenderse. El Ferroviario lo sopapeó al último campeón de la Sudamericana.
Costas metió cambios en su apático equipo y quiso emparejarlo con otra actitud, pero Angulo temprano los mandó a dormir. Enganche en el área, Colombo pasó de largo y se enredó en la estatua de Maradona, y perfecta definición para cerrar el estadio. Los genios hacen eso. No era agua lo que caía del cielo, llovía café en el campo. Después descontó la visita, vinieron algunos cambios y Central se perdió posibilidades de meter un cuarto gol. Cerró un triunfo memorable con una monumental obra del “Panita” Angulo.
Si los titulares venían con un par de flojas actuaciones, quizás por pensar en la final y no centrarse en los otros partidos; anoche los suplentes le demostraron al entrenador que puede contar con ellos. Martínez, Vázquez, Angulo y Cabral piden pista. Es una buena noticia para Omar saber que tiene más cartas en la mesa.
La espera se terminó, Central Córdoba tiene una cita con la historia. Miércoles 11 de Diciembre, 21.10 hs, Estadio 15 de Abril, Santa Fe. Ella lo espera, bella y reluciente. Hay un escollo muy duro que sobrepasar. Pero Central puede, Central quiere. Una estrella espera ser bordada en el pecho, una copa desea ser tatuada en la piel. Que así sea.
