Por el Gringo Ceballos
Especial para Noticias del Estero
Lo bueno que había realizado Central Córdoba ante Tigre, debía ser reafirmado en Liniers. Cuando parecía que el equipo iba progresando lentamente, Vélez le metió un sopapo que lo deja nuevamente en la lona. El 4 a 0 es un resultado muy chocante, desde donde se lo mire.
Si tu rival tiene una y la manda a guardar, y vos fallas un gol cantado en el área rival, es muy complicado. El conjunto de Gareca tuvo mucho más la pelota, pero no lo tradujo en opciones de gol. Central nunca tuvo la intención de presionar 20 metros más arriba, y con su campo poblado impidió que el local pueda filtrar pases. Pero eso es solo una faceta del juego, al fútbol se juega con dos arcos.
A Castelli no le sobran chances, pero cuando las tiene las dilapida. Pasó en La Bombonera y también en el Amalfitani en momentos claves del partido. Si Madelón parecía haber encontrado seguridad defensiva con estos nombres, en Liniers todo se derrumbó. El segundo y tercer gol de Vélez Sarsfield fueron un regalo fruto de la desconcentración (no pueden generarte una chance de gol desde un lateral) y las limitaciones de Ledesma (le cuesta una enormidad jugar con los pies). Si te convierten de esa manera, no hay posibilidad de remontar nada.
Central Córdoba nunca encontró los caminos para atacar. Cuando la recupera en su campo la distribución de la pelota es muy lenta y previsible. No hay generación de juego. Lo mejor que puede hacer es robar en los últimos 30 metros y ser vertical con Besozzi, pero no se anima casi nunca. Salvo contra Tigre. Da la sensación que el equipo siempre juega con el freno de manos levantado. Y si sumado a ello falla en las áreas, listo. Los milagros no existen.
El Pulga sigue mirando desde el banco como jugadores de la talla de Ciccolini y Jourdan son opciones antes que él. Inentendible. Ya ni siquiera es excusa la preparación física. ¡Van 8 fechas! Si es un capricho de Madelón, debe rendir cuentas. Rodríguez no le sale gratis a Central. Si no lo va a tener en cuenta, que lo diga claramente. Pero si el jugador más caro de este plantel no puede jugar, ¿entonces quién? El Ferroviario no está para novelas ni lucha de egos.
Dos semanas tendrá Central Córdoba para preparar esa final ante Arsenal. El margen de error es nulo, jugadores que creían tener el puesto ganado deben empezar de 0. Las luces que aparecieron ante Tigre se disiparon. En Liniers hubo sombras, nada más.