Como cada egresado, su logro representa el mayor orgullo para el sistema universitario. Pero su historia no solamente cuenta la misión cumplida de la universidad pública y gratuita santiagueña. Cuenta, además, el abrazo de la educación argentina a los hermanos del mundo.

De origen italiano y de corazón santiagueño, llegó de su tierra natal Treviso para ser parte de un voluntariado junto a las Hermanas Dominicas en el barrio 8 de Abril. Esta experiencia lo aferró a Santiago del Estero, estudió para mejorar su comunicación en español y cursó -con un alto nivel académico – una carrera que hoy le da un título universitario.

Umberto transformó su vida con la educación pública argentina. Se enamoró de una santiagueña y formó una familia consolidando, aún más, los lazos con esta tierra.

Su esposa, Gabriela Anahí Pavón se egresó de la UNSE como profesora en Educación para la Salud en la Facultad de Humanidades, Ciencias Sociales y de la Salud; fue integrante del Cuadro de Honor y abanderada de la esta casa de estudios superiores. Su camino juntos es sinónimo de compromiso individual en la formación profesional; y alegría colectiva.

Cuando Umberto habla de la universidad, destaca “la calidez, cercanía y apoyo constante de compañeros y docentes”. Estar en la UNSE, es como estar en casa. Y por ello, sus proyectos laborales como egresado continúan encontrando lugar en la universidad.

A través de historias como las de Umberto y Gabriela, se revaloriza la educación superior como un derecho de las personas, se visibiliza a la universidad como institución que abre las puertas a los hermanos latinoamericanos y del mundo entero; una universidad que abraza, incluye y te brinda herramientas para ser profesionales de excelencia y mejores personas.