Tras su paso por la provincia donde mantuvo una serie encuentros de “reflexión, promoción y debate” de la Ley Nº 27.499, Néstor “Yuyo” García afirmó que la legislación que “podría llevar el nombre de una víctima santiagueña”, al considerar que “es importante que a las luchas se les ponga un rostro”.

La norma, que lleva el nombre de “Ley Micaela”, por la joven entrerriana víctima de femicidio en 2017, que cursaba el profesorado de Educación Física en Gualeguay.
“Yuyo” García, padre de Micaela, visitó la provincia junto con Andrea Lescano, mamá de la joven e impulsora de la Fundación Micaela García; y Macarena Gauna, compañera de la joven e integrante del área de género de la Fundación.

En Santiago del Estero mantuvieron diversas reuniones realizadas con el objetivo de “reflexionar, promocionar y debatir” la ley, que dispone capacitar en materia de género y violencia contra las mujeres a todo el personal -no solo funcionarios sino también a los trabajadores- de los tres poderes del Estado Nacional.

En ese marco, Noticias de Estero dialogó con los padres de Micaela, quienes destacaron que “las reuniones fueron muy fructíferas, nos explayamos sobre el tema, se hicieron consultas y dimos a conocer algunas realidades que se viven en el país sobre esta temática”.
Néstor indicó en tal sentido que “de los 24 distritos que tiene el país solamente en tres no se ha planteado el debate de la Ley Micaela: son las provincias de Misiones, Formosa y Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.

“En el resto -añadió- hay proyectos presentados, lo cual no significa que haya un apoyo manifiesto para ser aprobado porque en algunos lugares nos encontramos con resistencia, pero es un proceso que se transita de manera diferente en cada provincia de acuerdo al contexto social, político o de otros factores”.

García detalló que “en algunos casos nos dicen que está todo bien con el proyecto pero que no sea obligatorio, o que no aplique sanciones. Pero nosotros entendemos que de esa manera no habrá un cambio de esta realidad porque solamente hará esta capacitación los que quieran”.

Por su parte, Andrea afirmó: “No queremos que le pase lo mismo que nos pasó con nuestra hija. No lo queremos ver con otras personas. Este es un paso de lo que estaba haciendo Micaela y nosotros seguimos su lucha para mejorar su sociedad, aunque las nuevas generaciones ya tienen todo incorporado. Las generaciones de los 30 o más cuesta cambiar sobre el tema de género”.

“Micaelas”

La madre de Micaela agregó: “Insistimos en que es necesario que se adhieran las provincias y los municipios porque los organismos a donde las mujeres acuden en busca de ayuda o por denuncias generalmente son de esas jurisdicciones y no órganos de la Nación. Por eso es importante contar con la adhesión de las provincias”.

Asimismo sostuvo: “Vemos en muchas provincias muchas micaelas, todos tenemos dentro de nuestras familias y círculos de amistades casos similares. A los jóvenes, les pedimos que se involucren en distintos temas que son importantes y que lo hagan con responsabilidad”.

Néstor retomó este tema para poner de relieve “la impronta de que una ley lleve rostro de una mujer, con el nombre de una mujer que fue víctima de femicidio”, al tiempo que subrayó “la sensibilidad y empatía por parte de los diputados, quienes manifestaron su compromiso de aprobar cuanto antes esta ley; así como también a seguir trabajando en el territorio y la militancia, porque se trata de una decisión política que hay que llevarla adelante entre todos, desde el Estado y desde la sociedad”.

Finalmente, “Yuyo” García detalló que en la reunión que mantuvieron con los diputados locales se hizo la propuesta de denominar a la adhesión provincial con el nombre de una víctima de femicidio santiagueña; al citar de ejemplo a Chaco, donde “la ley lleva el nombre de Natalia Samaniego, que es una víctima de femicidio chaqueño, lo cual nos parece muy importante porque a las luchas hay que ponerle un rostro”.

Cabe señalar que el objetivo de la Ley Micaela es la capacitación obligatoria en la temática de género y violencia contra las mujeres para todas las personas que se desempeñen en la función pública en todos sus niveles y jerarquías.