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La conmovedora historia de un pequeño gran luchador que se volvió viral

La conmovedora historia de un pequeño gran luchador que se volvió viral

Conocido por sus escritos volcados en el grupo de Facebook “Anécdotas del taxi”, David Bukret escribió un emotivo texto sobre la historia de Erik, un bebé de “menos de 60 días de vida” que revivió gracias a la asistencia de un grupo de profesionales de la salud.

A continuación, compartimos el texto en el que Bukret narra la dramática historia de este pequeño “angelito”, residente en el barrio 8 de Abril, que fue compartido en las redes sociales y en minutos compartido por un gran número de usuarios.

Estaba predestinado.
A veces, hay fuerzas que dominan, que son más poderosas que las buenas intenciones, y logran su puto cometido.
Erik, parece que no debió nacer.
El llamado llegó desde calle Monteagudo sin número, prolongación, bordo, bajo, casi Río Dulce. No puede un remis hacer ese viaje, no puede uno sin experiencia, hacer un milagro, intentar reanimación, lograr lo imposible.
Una vecina se había llegado, para confirmar que el bebé, de menos de 60 días de vida, “ya estaba moradito y frío”. Un angelito.
Sin esperanzas, alguien llamó una ambulancia, que luego de sortear barro, ripio, cerdos, perros, canchita y monte, llegó el vehículo. Sonia, paramédica, humana y porfiada, descubrió detrás de los trapos que lo envolvían, “los restos” de una pequeña criatura, sin signos vitales, y puso el cuerpito inherte en la fría camilla rígida, para decirle, para implorarle, para obligarlo a Erik que vuelva, que ella no lo autorizaba a que se vaya a ningún lado, mientras el loco chofer “rápido y furioso”, hacía girar la ambulancia.
El bebé fue teóricamente abandonado por su mamá, y una abuela inexperta ya por la edad, la ignorancia y la promiscuidad, provocó con la alimentación precaria, posible, la nueva crisis de ese bebe.
Broncoaspirado con leche en polvo y con una enfermera que se empeñó en revivirlo, realizó con fuerza, con fe y con amor la famosa RCP.
Erik rompió el llanto. La sala de emergencias lo esperaba. Las compañeras de Sonia la abrazaban y lloraban con ella, por ella, orgullosas de la vocación de servicio que sólo entre ellos se sabe reconocer.
Hoy, dos días después, está estabilizado, y las doctoras y enfermeras del Cepsi se pelean por alimentarlo, mimarlo, y quererlo a este pequeño hincha de Mitre, este gran luchador que tiene cómo 89 años por delante.
¡Gracias, gracias a todos los profesionales de la salud, tantas veces maltratados por nosotros!
Mis saludos, mi respeto.

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