Este fin de semana se desarrolló en la localidad de San José del Boquerón, departamento Copo, el evento social y deportivo: “Copa Pochita”, en homenaje a Blanca Odila Cuellar, pobladora de esa localidad, que 27 años atrás con otras mujeres, vecinos y vecinas de El Ceibal fundó un club social y deportivo para incentivar a que mujeres de las comunidades del Salado Norte gestionen un club con una finalidad social de asistencia mutua, diversión, donde pudieran demostrar en esos tiempos que las mujeres también necesitan espacios de esparcimiento, juego y distracción de sus muchas actividades domésticas.

La jornada comenzó con una charla motivacional a cargo del presidente de la Asociación Civil Iron Sport, Mario Díaz; de la atleta y educadora para la salud de Los Juríes, Silvina Delgado; y la Lic. en Comunicación Lucrecia Gil Villanueva, responsable de los proyectos de la Red de Mujeres.

Seguidamente se realizó el campeonato de fútbol femenino con la participación de los equipos de La Candelaria, Santo Domingo (Pellegrini), Tusca Bajada, El Ceibal, Chañar Bajada, Frente de Mujeres y el representativo local.

La premiación estuvo a cargo de Blanca Cuellar, quien entregó al equipo de La Candelaria la “Copa Pochita”. Tras la entrega del trofeo expresó: “El objetivo de este encuentro es recuperar la historia del club e inspirar a otras mujeres de la provincia y la región para tener espacios de participación y deporte, y una vida libre de violencias, que las juventudes se vayan apropiando de los espacios que fuimos abriendo para ellos y ellas”.

El evento se enmarca en las acciones colectivas y comunitarias que el Club Estrellas Unidas de El Ceibal está desarrollando este último año desde el proyecto “Iniciativa para erradicar las violencias de género y discriminaciones”, financiado por la Fundación Fondo de Mujeres del Sur, que está colaborando en el equipamiento del club, el fortalecimiento de sus habilidades de planificación, comunicación interna y externa, redes sociales, y articulación local con las instituciones de su comunidad rural, para la formación de jóvenes en acceso a derechos especialmente los vinculados a la salud y la eliminación de todo tipo de violencias, promoviendo valores como la cooperación, integración, respeto por las diversidades y construcción colectiva.